Las mariposas y sus parientes cercanos, las polillas, conforman el orden Lepidóptera de los insectos. Como todos los insectos, cuentan con seis patas articuladas, tres segmentos del cuerpo (cabeza, tórax, abdomen), y un par de antenas. Los lepidópteros tienen alas cubiertas de escamas especializadas, en este caso, las escalas entre dichas escamas son las que dan esa apariencia de colores tan brillantes.
La cabeza de una mariposa tiene dos antenas, dos ojos compuestos, dos palpos y una probóscide enrollada. Las antenas proporcionan la información sensorial a la mariposa, principalmente en forma de olor, los ojos compuestos proporcionan una forma compleja para la visión, mientras que los palpos proporcionan la información sensorial y sirven para proteger la probóscide. La trompa es el aparato bucal de succión a través del cual la mariposa recoge el néctar y otras fuentes de nutrientes.
El tórax es el segmento detrás de la cabeza del cuerpo de la mariposa. Alberga los músculos de las alas y es donde se unen las alas y los tres pares de patas. Las alas de una mariposa vienen en dos pares, un par de alas delanteras y un par de alas posteriores. Las alas se dividen en pequeñas secciones por las venas, que le proporcionan el andamiaje estructural, cada ala está cubierta de escamas superpuestas con varios tipos de pigmento, refracción y escalas del sexo.
El abdomen aloja los órganos necesarios para la digestión y la reproducción, además de aquellos que son necesarios para el apareamiento, y en el caso de las hembras, para poner los huevos.
Cada mariposa que ves es técnicamente un adulto mayor, ya que ha vivido la mayor parte de su vida en una forma muy diferente a la mariposa que vemos volando por ahí. Las mariposas ponen sus huevos, al igual que otros insectos y de cada huevo sale una oruga, nombre con el que se le conoce a la larva de una mariposa, cuyo único objetivo en la vida es encontrar a su planta huésped y consumir tanto de ella como sea posible.
Las orugas son obviamente muy diferentes a las mariposas, no tienen alas, están equipadas con piezas bucales especiales para la masticación, con glándulas productoras de seda y estructuras defensivas, posiblemente, en forma de pelos o espinas. A medida que las orugas van comiendo, van creciendo, pero su crecimiento está limitado por el tamaño de su piel no extensible. Para superar esta limitación, se muda, despojándose de su propia piel. Cada oruga muda su piel varias veces durante su vida, la etapa en entre cada muda se llama instar. Como es de esperar, el segundo instar es mayor que el primero, el tercero es mayor que el segundo, y así sucesivamente.
La última muda no produce un instar, sino una pupa de cubierta exterior lisa, llamada crisálida. Algunas pupas de mariposa están además cubiertas con hilos de seda que forman un capullo. Dentro de la crisálida es donde tiene lugar la metamorfosis. Este es el proceso en el que todo el cuerpo del insecto está literalmente reordenándose para producir una mariposa adulta, cuando este proceso se ha completado, la mariposa emerge de la crisálida preparándose para volar. Ahora ya es libre para encontrar comida y compañía.